martes, 30 de noviembre de 2010

Lluvia


Las calles están empapadas, lágrimas de tristezas pasajeras. Los coches están silenciados, la tormenta perfecta estalló. Los charcos no son aptos para niños, nadie puede vaciar lo que ellos guardan, son vasos naturales, ni medio llenos ni medio vacíos, ni transparentes ni opacos.

Las nubes ocultan el sol, su calor está ausente. Mi piel se eriza, siente su frío. Los paraguas no valen hoy, simples siluetas, esa es su única utilidad. El aire es más fuerte y gran amigo de la lluvia.

Con tela empapada vuelvo a casa, aquí tampoco hay calor, mi tristeza salió de los charcos y volvió a casa, conmigo.

1 comentario:

Lydia_piruleta dijo...

hola!! he visto tu blog y es maravillosoo tus entradas son fabulosas y escribes ganial quiero seguirte pero no encuentro como no tienes el boton de seguuir :(
avisame cuando pueda seguirte, te dejo mi blog para que me avises
recuerdosdecaramelo.blogspot.com
besitos^^