martes, 16 de noviembre de 2010

Tantas palabras por decir




Se fue como vino, una tarde, con los ojos cerrados, en paz. O al menos eso es lo que quiero creer.

Aun no me salen las palabras, no tengo despedida, simplemente un hasta luego. Tarde o temprano nos volveremos a ver, volveré a escuchar tú ruido por el salón, a ver tus ojos.

Un solo consuelo me acompaña, aunque siempre con lágrimas, fue feliz, tan feliz con lo que le pudimos dar que de otro modo no hubiese conocido, tan solo hubiese sido un día de plástico y luego nada más.

Sigo escuchando el despertador cada 3 horas, aun sigue sonando, y me levanto para volver a ver tu mirada, para sentirte en mis manos, para calentar tu cuerpo por dentro con un poco de vida. Aun me levanto del sofá para asomarme a dónde no estás y, trepando por mi pantalón, veo algo que quedo de tí, lo que está en ella, lo que vive aun en mi casa.

No puedo recordar aquel domingo o más bien no quiero. Todo se fue, incluido una parte de mí contigo. Quiero pensar que fuiste a cuidar de quien se fue antes que tú, a jugar y correr en algún lugar junto con los que no conocí. Quiero creer que ahora eres aun más feliz. Pero me faltas, no sabes como me faltas y aun tengo tantas palabras por decir y que las lágrimas no me dejan, que solo puedo resumirlo en un 'hasta siempre, pequeño'.

No hay comentarios: